lunes, agosto 31, 2009

Pamplinas, pero pamplinas verdaderas.

Los elefantes azules viven en lugares recónditos, que ningún ojo humano ha alcanzado a ver. O sí. Cuenta la leyenda que los pocos osados que han emprendido su búsqueda no han regresado jamás. Las malas lenguas sostienen que se encontraron con la muerte en el camino. Yo opino que, simplemente, les gustó más aquel lugar y no han querido regresar.

Estos elefantes son muy raros de ver. Sólo aparecen cuando hace mucho sol, hay un mar cerca y muy poca gente alrededor. Eso sí. Tiene que sonar música de fondo. Pero no cualquier música. Tiene que ser de Georgie Dann. Inexplicable, sí, pero cierto. Se está investigando a fondo el asunto.

De lo que no cabe duda es que estos animales poseen un encanto especial. Pero no sólo eso. Tienen la capacidad de otorgar buena suerte a todo aquel que los toca. Eso, y unas grandes dotes para el “Bel Canto”. Comprobado.

Los elefantes azules son espíritus solitarios pero disfrutan yendo en manada.

Quizás sea eso. Quizás yo también soy un elefante azul.

“Bless the day I made the wrong choice
Bless mess ups, yeah bless them all
And give me the sentence that I deserve
And the gift of memory.

So we dance, dance, dance
This life away
Dance, dance, dance,
This life away”

Marlango. “The electrical Morning”.

lunes, agosto 17, 2009

When I was a little girl...

Cuando era pequeña mi hermano y yo recibíamos cartas de un tal Pato Donald, besos del Rey Baltasar y mi padre era un mago que sacaba “palotes” de detrás de las orejas.

Cuando era pequeña no quería ser astronauta, ni científica, ni equilibrista.
No quería ser escritora, ni dentista, ni ministra.
Ni heroína, y, para qué negarlo, nada de superpoderes.
No pensaba en oficinas ni en ricos yacimientos arqueológicos.
No me interesaban los ordenadores.

Cuando era pequeña, de mayor quería ser pequeña.

"-Me pregunto qué nombre les habrían puesto a las naranjas -dijo Gordo Charlie- de no haber sido de color naranja. Quiero decir, si cuando descubrieron aquella nueva fruta hubiera sido azul en lugar de naranja, ¿las habrían llamado azules? ¿Estaríamos bebiendo, entonces, zumo de azul?"

Neil Gaiman, "Los Hijos de Anansi" (2008).

free web counter